Hoy es un día muy triste porque ha muerto Vicente Ferrer, una de esas extrañas personas que hacen que el mundo sea un lugar más luminoso y esperanzador. No sólo compartió el nombre con el santo, también toda una vida dedicada a la santidad de ayudar a los demás, de combatir la pobreza....
Sin haberle conocido nunca personalmente, su marcha me deja un vacío que sé que comparto con mucha gente pero como dice Anna, su esposa, en la página de la Fundación:
"Para mí, mi esposo no se ha marchado, sino que vive en cada rincón de Anantapur y en cada parte del trabajo en nuestras aldeas. Para todos nosotros en India y en España, él sigue viviendo a través de sus sencillas palabras y mensajes, que tienen significado para todas las personas, sea cual sea su credo o condición."
La obra que llevo a cabo fue tan grande que seguirá perviviendo por mucho tiempo.
Vicente, estés donde estés, muchas gracias por demostrarnos que podemos ser mejores personas.
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3 comentarios:
Un hombre bueno. Descanse en Paz.
que pena.. es todo un ejemplo a seguir...
muxus
Uno de esos hombres religioso de verdad en el buen sentido de la palabra... un pérdida sin duda
Besos
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