
Sin haberle conocido nunca personalmente, su marcha me deja un vacío que sé que comparto con mucha gente pero como dice Anna, su esposa, en la página de la Fundación:
"Para mí, mi esposo no se ha marchado, sino que vive en cada rincón de Anantapur y en cada parte del trabajo en nuestras aldeas. Para todos nosotros en India y en España, él sigue viviendo a través de sus sencillas palabras y mensajes, que tienen significado para todas las personas, sea cual sea su credo o condición."
La obra que llevo a cabo fue tan grande que seguirá perviviendo por mucho tiempo.
Vicente, estés donde estés, muchas gracias por demostrarnos que podemos ser mejores personas.
3 comentarios:
Un hombre bueno. Descanse en Paz.
que pena.. es todo un ejemplo a seguir...
muxus
Uno de esos hombres religioso de verdad en el buen sentido de la palabra... un pérdida sin duda
Besos
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